Cuentos Orientales
Yogi Bhajan
LAS TRES PREGUNTAS
Una vez un discípulo quiso hacer una pregunta sagaz. Fue ante el sabio, se sentó, lo miró y pasado algún tiempo se levantó y regresó a casa.
Un amigo del discípulo supo que había querido interrogar al sabio. Se preguntaba lo que había dicho el sabio.
- ¿Le inquiriste? – preguntó el amigo.
- ¡Sí! – dijo.
- ¿Qué le preguntaste?
- No te entiendo – dijo el amigo- ¿No le hiciste algunas preguntas?
- No – contestó el discípulo -. No hizo falta.
El amigo estaba muy confundido con todo esto y decidió ir a ver el sabio él mismo. Anotó tres preguntas que deseaba hacer. La primera era: ¿Por qué piensa usted que es un sabio? La segunda era: ¿Qué lo hace un sabio? Y la tercera era: ¿Qué podría hacer para que alguien más pudiera volverse un sabio? Todas eran preguntas muy intelectuales.
Así que fue donde vivía el sabio. Le fue permitido sentarse ante él. El sabio lo miró y le dijo:
- ¿Puedo hacerle tres preguntas, por favor?
- ¿Qué? – el hombre lo miró asombrado.
- ¿Qué lo hace un sabio? ¿Qué puede hacer para que otros puedan ser sabios también?
- ¡Esas eran mis preguntas! – exclamó el hombre en voz alta -. Suponga que yo le pregunte eso.
- No, mi amigo. Yo pregunté primero.
- No puedo contestarle – dijo el joven.
- Entonces, ¿cómo piensa que yo puedo contestarle? – replicó el sabio -. Las preguntas y las respuestas están integradas. Cada pregunta tiene una respuesta; cada respuesta tiene una pregunta. Es en la misma frecuencia que se hace una pregunta en la que la respuesta debe ser dada. De otra forma, usted puede hacer cien preguntas y puede tener doscientas respuestas. Nunca significarán algo.
Eso es por lo que su vida no cambia. Usted está buscando la respuesta a esa pregunta y esa respuesta sólo vendrá cuando usted alcance el estado de esa frecuencia – no mediante la verbalización. Viene del alma, el espíritu; viene de dentro de usted. Luego ello le cambiará a usted, su aspecto, su forma, su lenguaje, su Ser, su conducta, su alimento, su existencia; TODO CAMBIARA.