Puntos para Reflexionar

  • La mente es un campo fértil para los conceptos, las ideas y las opiniones. Si alguien nos dice una mentira y nos la creemos, esa mentira echa raíces en nuestra mente y crece hasta hacerse grande y fuerte, como un árbol. Una pequeña mentira puede ser muy contagiosa, desparramando sus semillas de una persona a otra cuando la compartimos con ellas.
  • El conocimiento entra en nuestra mente y reproduce una estructura dentro de nuestra cabeza, que es todo lo que conocemos. Con todo ese conocimiento en nuestra cabeza, sólo percibimos lo que creemos, sólo percibimos nuestro propio conocimiento. Y ¿qué es lo que conocemos? Principalmente mentiras.
  • Una vez que el Árbol del conocimiento está vivo en nuestra mente, oímos al ángel caído hablar muy alto. Esa voz no cesa de juzgar. Nos dice lo que está bien y lo que está mal, lo que es bello y lo que es feo. El cuentista nace en nuestra cabeza, y sobrevive en ella porque lo alimentamos con nuestra fe.
  • El cielo existe cuando nuestros ojos espirituales están abiertos, cuando percibimos el mundo a través de los ojos de la verdad. Una vez que las mentiras captan nuestra atención, nuestros ojos espirituales están cerrados. Caemos del sueño del cielo y empezamos a vivir el sueño del infierno.
  • El cielo nos pertenece porque somos los hijos del cielo. La voz en nuestra cabeza no nos pertenece. Cuando nacemos, no tenemos esa voz. El pensamiento llega después de que aprendamos: en primer lugar el lenguaje, después distintos puntos de vista, y más tarde todos los juicios y las mentiras. La voz del conocimiento surge a medida que acumulamos conocimiento.
  • Antes de comer las mentiras que llegan con el conocimiento, vivimos en la verdad. Sólo decimos la verdad. Vivimos en el amor y no tenemos miedo. Una vez que tenemos el conocimiento, nos juzgamos a nosotros mismos y ya no nos sentimos lo bastante buenos; sentimos culpa, vergüenza y la necesidad de ser castigados. Empezamos a soñar mentiras y nos separamos de Dios.
  • En el momento en que nos separamos de Dios, empezamos a buscarlo, empezamos a buscar el amor que creemos que no tenemos. Los seres humanos buscamos continuamente la justicia, la belleza, la verdad: lo que éramos antes de creer en las mentiras. Buscamos nuestro Yo auténtico.

DR.MIGUEL RUÍZ

Quítale poder a tu mente y a esas mentiras que han echado raíces, y deja que aflore la luz de tu alma en tu corazón, permítete ser quien eres en realidad. Cuestiónalo todo, no te creas nada ni a nadie, incluso cuestiónate a ti mismo, sólo sigue los pulsos de tu alma. Ella sabe la verdad, ella es la verdad y te guiará en tus momentos más oscuros.

El conocimiento nos conecta con nuestra mente, con lo que creemos que sabemos. Sabemos mucho más de lo que creemos, ya lo sabíamos cuando llegamos a este mundo, traemos nuestra sabiduría innata, que es nuestra guía, y no tiene que ver con lo que hemos aprendido ni con lo que nos han dicho, tiene que ver con nuestra espiritualidad y de donde provenimos. Deja que se manifieste tu Yo más verdadero.

La voz de nuestra mente no cesa nunca, es el juez más duro que existe, pero es realmente nuestra mente la que nos tortura… o tiene que ver con lo que creemos que somos pero en realidad no somos… la mente no es el enemigo, el enemigo son las mentiras que nos hemos creído…

Abre los ojos y mira, que vés. Deja que la verdad se muestre ante tus ojos. Vienes de la luz, eres luz, y volverás a la luz cuando termine este viaje. No permitas que nada ni nadie te cierre los ojos a tu espiritualidad, nadie tiene ese poder. Eres dueñ@ de tu vida y de tu destino, solo abre los ojos y deja de soñar, despierta a esta realidad, solo es un viaje temporal hasta poder volver a tu hogar.

Somos hijos de la luz. Somos hijos de la verdad y del amor. La voz del conocimiento, o la voz de tu mente es solo algo que has aprendido, pero no eres tu en realidad. Olvídate de los juicios, de las críticas, de las mentiras, olvídate de todo lo que has aprendido y recuerda lo que ya sabías antes de llegar a esta realidad.

El conocimiento nos nubla, nos ciega, nos desconecta de nuestra alma y de la verdad. Empezamos a soñar y nos olvidamos de quienes somos en realidad.

El conocimiento nos separa del Todo, del Cosmos, de la Fuente de luz, de nuestra verdad y de nuestra alma. Conecta con tu sabiduría innata y ella te guiará. Deja de buscar el amor fuera de ti, deja de buscar la justicia, la belleza y la verdad, todo está en ti. Eres justicia, belleza, amor y verdad. Siempre has estado buscando lo que ya tienes, tu Yo auténtico, tu alma, tu luz. Permite que se manifieste a través de la verdad.

NEUS CASANOVA

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