El hombre (según la filosofía hindú)

Una gota de agua que salpica sobre una superficie de hierro candente chisporrotea y se evapora inmediatamente. El hombre, de igual modo, hace un poco de ruido durante el corto período que llamamos vida y desaparece en un instante.

¿Qué es el hombre? ¿En qué puede convertirse? ¿Qué es la mente? ¿Qué estado es el mejor?

Para el hindú, el hombre es esencialmente un alma que se expresa a través de la mente y que tiene un cuerpo como un duplicado para actuar en el plano físico. El hombre es un alma con un cuerpo. El hombre es esencialmente un ser espiritual. La más profunda esencia del hombre es el alma. Todos los hombres son iguales por naturaleza. El alma habita igualmente en todos los seres. Los hombres son iguales por la naturaleza de la consciencia, pero están separados por la naturaleza de la mente y de la vida.

El hombre es una trinidad compuesta por el cuerpo, la mente y el alma. La consciencia está velada por la mente y la materia. Por eso no es capaz de realizar su naturaleza esencial y divina. A menos que el hombre se libere de la esclavitud de la mente y la materia, no puede poseer el conocimiento del Ser (alma).

El hombre no es este cuerpo. El hombre no es sus sentidos, ni siquiera su mente. Éstos son sus vehículos. El cuerpo y la mente están sometidos al cambio, la decadencia y la muerte, mientras que el Ser Inmortal (alma), vive siempre, nunca muere, es eterno.

El alma del hombre es inmortal. Del mismo modo que una persona se quita un abrigo, así también se desprende ella de su cuerpo físico al morir. El cuerpo es la piel del alma.

El hombre es un conjunto de deseos, anhelos, emociones y pensamientos. Si el fuego del deseo se extingue, él se extingue también. El pensamiento es la verdadera acción. El hombre actúa para obtener los objetos de su deseo. El deseo es producto de la imperfección y la finitud. El hombre está lleno de limitaciones. Depende de los objetos para su felicidad y su permanencia. Siempre conserva su relación con los objetos externos. Es arrastrado y empujado por sus deseos, convirtiéndose así en esclavo de éstos y de los objetos. El hombre ha olvidado su naturaleza esencial y piensa que es un individuo separado. Se separó de lo absoluto debido a su ignorancia, por eso se siente infeliz, pues ha olvidado su naturaleza original.

El hombre es una mezcla de tres ingredientes: el elemento humano, el instinto brutal y la divinidad. Está provisto de un intelecto infinito, un cuerpo perecedero, un poco de conocimiento y un poco de poder. Esto lo distingue como humano. La pasión, la ira y el odio pertenecen a su naturaleza brutal. Cuando mueren los instintos brutales, cuando su ignorancia desaparece y cuando es capaz de soportar el insulto y la injuria, se vuelve uno con la Divinidad.

El hombre fue animal apenas ayer. Hoy es hombre, pero su destino es convertirse en lo Absoluto, como resultado de un proceso gradual de auto-perfeccionamiento.

La piedra duerme. La planta respira. El animal se mueve. El hombre es consciente. El sabio es superconsciente. El animal es instintivo. El ser humano es racional. El sabio es intuitivo.

El hombre evoluciona según sus pensamientos y acciones. Cambia con cada pensamiento que tiene y con cada acción que realiza. El hombre mismo, y sólo él, es responsable de todas las acciones de su vida. Puede alcanzar la perfección y la libertad a través de un largo proceso de evolución y de un auto-esfuerzo persistente. Nace una y otra vez y aprende en sus vidas terrenales cómo lograr la perfección hasta unirse a lo Absoluto. “Si la mecha que hay dentro de la lámpara es muy pequeña, también lo será la luz que ésta dé. Si la mecha es muy grande, su luz será también poderosa”. De igual modo, cuanto más pura sea el alma, más grande será su expresión.

Regenérate . Esfuérzate por lograr la perfección y la libertad. Has nacido para manifestar la luz de tu alma a través del cuerpo físico. La verdad no está fuera de ti. Se halla dentro de ti. Reside en tu corazón. Eres libre, eternamente libre.

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