El Amor (Según la filosofía yóguica)

El amor es la ley de la vida. Amar es cumplir la ley. Y cumplir la ley significa paz eterna y felicidad perdurable. El amor es la fuerza motivadora del universo. Es un cordón de oro que ata un corazón a otro y un alma a otra. El amor es constructivo y creativo. Vivir es amar. Amar es vivir. Vives para aprender a amar. Amas para aprender a vivir en lo eterno. No hay una virtud más grande que el amor. El amor es el camino más inmediato hacia la verdad (Sat nam). Es la más elevada expresión del poder del Alma. Es el principio vital de la creación.

El amor por el cuerpo es pasión. Amar a alguien para obtener algún beneficio egoísta es un amor interesado que te ata a esta tierra. Amar a todos los seres, constituye un amor puro. Ése es el amor divino que conduce a la liberación. En todo amor terrenal hay un vacío, una nota disonante, una duda. Pero en el verdadero amor hay profundidad, es eterno, inmutable e infinito. El amor terrenal busca su gratificación a través de los demás. Pero el amor puro busca hacer feliz a la amada y encontrar la felicidad propia en la de ella. El amor es sacrificio. Amar es compartir y servir.

El amor vibra en forma de servicio. El espíritu de servicio debe estar siempre arraigado en el corazón. Ha de ser innato e inherente. Todo servicio es hueco si no hay en él amor, afecto y sinceridad. Sirve, ama, da es tú verdadera esencia.

“Haz a los demás verdaderamente felices mientras te esfuerzas por hacerte feliz a ti mismo. Pronuncia una palabra útil. Ofrece una sonrisa alegre. Realiza una acción amable. Sirve un poco. Seca las lágrimas de quien está afligido. Allana el sendero áspero de otro. Sentirás entonces una gran alegría”.

El amor es la meta de la vida, es nuestro deber más elevado. Así que:

Vivid con amor. Respirad con amor. Cantad con amor. Comed con amor. Bebed con amor. Hablad con amor. Meditad con amor. Pensad con amor. Moveos con amor. Morid con amor. Purificad vuestros pensamientos, palabras y acciones en el fuego del amor. Bañaos y sumergíos en el océano sagrado del amor. Probad el néctar del amor y convertíos en encarnación del amor.

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