La enfermedad como camino

En cada encarnación dejamos algo pendiente a sanar, un trauma, un shock, una emoción, un patrón de comportamiento… Cuando dejamos el cuerpo perdemos la capacidad de sanación porque gracias al cuerpo el alma se sana, gracias al cuerpo el alma drena el dolor y el sufrimiento.

Para el alma tiene mucho sentido la enfermedad, entendida como aprendizaje, como camino de liberación, entendida como el lenguaje del alma para expresar aquello que trae pendiente y que ya está disponible para sanar.

Cualquier bloqueo, dolor, enfermedad, síntoma, patología que sientes es un mensaje de tu alma a través de tu cuerpo. Para que tomes consciencia de que hay algo pendiente por sanar, algo pendiente por aprender, y así tener la oportunidad de poderlo liberar.

A través de la enfermedad el alma nos habla y habla a los demás. La enfermedad igual que la salud, no es más que una etapa de la vida humana, para podernos sanar y así elevarnos a la dimensión de la luz sin esa carga llamada dolor o sufrimiento.

Todo el tiempo tratamos de liberarnos de la enfermedad, evitamos escuchar a nuestro cuerpo y a nuestra alma. Y así nos resistimos a sanarnos. No digo que el camino de la enfermedad sea fácil, digo que es una gran oportunidad de sanación para nuestra alma. Y así despertar nuestra consciencia y conectar con nuestra esencia, con la luz de tu alma. Escucha tu cuerpo, escucha tu alma, en ti están todas las herramientas necesarias para ser libre.

 Al caer en la rocalla
descubre una hendidura,
semilla de esperanza
en la pequeña grieta oscura…

El rocío al descender
la acaricia dulcemente
y le instila suavemente
el deseo de crecer.

Apenas vislumbra el cielo
emprende la ascensión;
sutil convicción,
locura para la razón.
“¿Por qué librar combate
con tanta obstinación?”

La esperanza en su corazón
le dice que su destino,
si aún no ha hallado camino,

mañana le dará razón.

Y a fuerza de querer
y de creer con energía,
un hermoso amanecer
se convierte en su gran día.

La luz acaricia
sus suaves colores,
y el viente la mece
con dulces rumores.

Hacia el cielo se alza
convertida en hermosa flor,
envuelta por un cálido Sol
que vela por ella con Amor.
También por ti vela su resplandor
y te envuelve en su calor…

¿Sabes la verdad?
Se encuentra en la belleza y la bondad,
que a través de conflictos mil y
a lo largo de cada día,
en busca de la armonía
realiza milagros sin fin.

Y como a esa flor
que te da la tierra se eleva gozosa
por completo la luz inundada,
también a nosotros nos ha sido dada
un alma esplendorosa.

No transcurre un solo día
en que el Amor no te bendiga…

PHILIPPE DRANSART

Comparte el artículo!