La Expectativa
Se cuenta un chiste sobre un hombre devoto y piadoso cuya vida estaba en peligro por unas inundaciones. Las aguas iban subiendo rápidamente y se vio obligado a refugiarse en el tejado de su casa, pero el nivel del agua seguía ascendiendo.
Al final legó una barca de la policía a rescatarle del tejado.
-¡Suba en la barca!- le gritó el policía.
– No -respondió-. Toda la vida he practicado la devoción y la caridad. Dios me protegerá.
– No sea tonto- replicó el policía-. Suba a la barca. El agua sigue ascendiendo y corre un grave peligro.
El hombre se empeñó en quedarse, y la barca se alejó.
El nivel del agua siguió subiendo y la barca de rescate volvió dos veces. Dos veces más que el hombre se negó a subir.
– Dios me protegerá- insistió, lleno de confianza.
La barca se marchó a salvar a otra gente.
Poco después el agua cubrió el tejado de la casa y el hombre se ahogó.
Al encontrarse con Dios en el cielo, se quejó a gritos porque no le había rescatado.
– Toda la vida he sido muy devoto. He cumplido todos los mandamientos. He dado mucho dinero a obras de caridad. Y la única vez que te pido algo, me abandonas.
– Pero si te he mandado la barca tres veces- explicó Dios-. por qué no has subido?
LOS MENSAJES DE LOS SABIOS. Brian Weiss.
Recibimos muchas ayudas y muchas señales a lo largo de nuestro día a día, de nuestra vida. El problema es que no estamos atentos y nos las perdemos. La importancia de todo esto es vivir el aquí y el ahora, el presente. De estar consciente en cada instante y en cada momento para poder recibir toda esta información, y toda esta ayuda que tanto necesitamos.
No estamos solos. La ayuda siempre llega, de mil maneras distintas, y puede que no sea en la forma que tu esperas. Pero si en la manera que necesitas. La mente siempre tiene grandes expectativas, pero en las pequeñas cosas están los grandes cambios. Una sonrisa puede iluminar todo tu día.
No estés toda la vida esperando aquello tan grande que te pide la mente, que espera tu mente, así pasarás por la vida, esperando, pero no la vivirás ni la disfrutarás. Aliméntate de todos aquellos pequeños detalles que recibes cada día. La ayuda está en una mirada, en un beso, en un abrazo, en una sonrisa, en un consejo… La luz está en todas partes. Párate y observa, permítete parar un instante en el caos de la vida y siente esa ayuda que siempre está en ti.
Los ángeles existen y están en todas partes. Son todas esas personas, animales, seres que han pasado, que están o que pasarán por nuestro camino compartiendo su luz contigo. Párate y observa, disfruta y sé feliz.