La Meditación Gassho

Una de las prácticas más importantes en Reiki es la meditación Gassho, colocando las manos en el mudra de la oración.

Gassho significa “manos juntas o manos unidas”, colocando ambas manos a la altura del chakra corazón, rozando los dedos pulgares la glándula Timo, para estimular el sistema inmunológico. Así unimos los chakras secundarios de las manos, los meridianos, equilibramos el yin-yang y activamos y equilibramos nuestro flujo energético.

La meditación es básica para descongestionar la mente, para serenarla, para desestresarnos y elevar nuestra vibración. El maestro Usui recomendaba practicar la meditación en Gassho cada día, un mínimo de quince minutos.

Hay muchas prácticas de Gassho trabajando con la respiración y la imaginación, pero nosotros vamos a centrarnos en una muy sencilla y fácil de utilizar.

  • Nos sentamos cómodamente.
  • Juntamos las manos y las colocamos a la altura del chakra corazón, con los dedos extendidos sin forzarlos, en el mudra de oración. Relajando el cuerpo y relajando nuestros brazos.
  • Cerramos los ojos.
  • Y respiramos lentamente y conscientemente.

Centramos la atención en nuestra respiración, en sentir la respiración. Utilizando la respiración abdominal. Sintiendo en cada inhalación como se llena de aire el abdomen, y con cada exhalación como se vacía lentamente nuestro abdomen. Siente el juego de cómo se hincha el vientre y se deshincha.

Respira lentamente por la nariz, sin forzar, retén unos segundos y exhala lentamente por la nariz. Centra tu atención en el abdomen. Simplemente respira, simplemente siente y deja que tu mente se serene, se oxigene. Conectando así con tu esencia más profunda, con tu alma. Date permiso para escuchar el silencio interior y para llegar a un estado de paz, de serenidad y de bienestar.

Y centra también tu atención en sentir, a la vez que respiras, como se rozan tus dedos corazón. No controles tu respiración, obsérvala y siéntela. Si aparecen pensamientos no te preocupes, simplemente obsérvalos, tú no eres esos pensamientos, no te identifiques con ellos, tu eres la conciencia que observa esos pensamientos, obsérvalos y déjalos ir.

Para terminar recupera tu respiración habitual, siente tu cuerpo, y siéntete presente dentro de tu cuerpo, aquí a ahora, y abre los ojos lentamente.

La práctica de Gassho son quince minutos al día, pero empieza por practicar cinco minutos y a ver qué ocurre.

“Orar es hablar con la Fuente de Luz y meditar es escuchar a la Fuente de Luz”.

Haz que la meditación sea oxígeno para tu alma.

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