Noche Oscura del Alma
Todos aprendemos cómo ser felices y a seguir riendo y bromeando… así es como toda la sociedad avanza en un remolino de alborozo. Pero todo el mundo lleva una noche profunda y oscura en el interior, y ni siquiera se es consciente de ella.
Cuando entréis en un estado meditativo, primero entraréis en esta noche oscura del alma. Si lográis pasar por ella -y no hay dificultad en atravesarla-, entonces por primera vez seréis conscientes de que vuestra felicidad no era verdadera. La felicidad falsa desaparecerá y llegará la tristeza verdadera, y solo después de la tristeza verdadera es cuando emergerá la felicidad verdadera. Entonces sabréis que la felicidad falsa era incluso peor que la tristeza verdadera, porque al menos en esa tristeza hay realidad. Si estáis tristes -verdadera y sinceramente tristes-, esa tristeza os enriquecerá.
Os proporciona profundidad, percepción. Os hace conscientes de la vida y de las posibilidades infinitas y de los límites de la mente , de la pequeñez de la conciencia humana rodeada por doquier por el infinito, la frágil vida rodeada siempre por la muerte. Cuando estáis realmente tristes cobráis conciencia de estas cosas. Cobráis conciencia de que la vida no es solo vida… también es muerte.
Si realmente queréis ser felices, no sigáis fingiendo, jugando al juego de ser feliz. Según llega la infelicidad, no tardaréis en ver que se oscurecerá, que se tornará intensa. Pero cuando la noche es oscura, la mañana se halla muy cerca.
En cuanto dejáis de luchar, cuando lo aceptáis, os brindará un silencio, una profunda vibración. Desde luego que es triste, pero hermoso. Incluso la noche posee su propia belleza, y aquellos que no pueden ver la belleza de la noche se perderán mucho.
OSHO
Todos pasaremos por la noche oscura del alma, con nuestra oscuridad, con nuestra sombra, esa parte que necesita ser sanada. Forma parte de nosotros, somos nosotros, y es la parte que nos ayudará a crecer, a evolucionar, a sanar y a conocernos mejor. Mientras la ignoremos tomará más fuerza, se hará más grande y poderosa y nos dominará. En el momento en el que nos permitimos ver nuestra sombra, reconocerla y darle un lugar digno en nuestro corazón empezará nuestro despertar, a abrir los ojos y darnos cuenta de que solo es un ciclo. No hay luz sin oscuridad, no hay día sin noche…
Así pues, en cuanto entres en la noche oscura del alma, no te resistas, contemplala, contemplate, permítete sentir, sanar lo que se despierte y darle las gracias…. Darte cuenta de que despiertas a la realidad, a la realidad del alma, a la verdadera realidad y a la verdadera felicidad. Tomarás otra percepción de tu vida y de tus emociones… siempre cuando termina la noche empieza el día, cuando se acaba la noche, siempre sale el sol. Así son los ciclos de la vida, todo sigue, y todo avanza. No te quedes atrapado en la oscuridad de la noche del alma, porque siempre sale el sol, siempre se acaba la noche para dar paso a la luz del día, a la luz de tu alma.