LOS PRINCIPIOS UNIVERSALES (segunda parte)

Los planetas y el Universo que nos rodea están en continuo movimiento. La vida está en continuo movimiento, es un cambio constante. Somos los creadores de nuestra realidad, constantemente creamos nuestra vida. Somos un reflejo del Todo. Formamos parte del Todo, del Cosmos. E igual que el Todo (Fuente de Luz) somos creadores.

Si  nos sintonizamos con las Leyes Universales, si vibramos en su misma frecuencia y las integramos en lo más profundo de nuestro ser, crearemos la realidad que realmente queremos experimentar.

Hoy hablaremos de dos de los principios:

  1. El Principio de Ritmo.
  2. El Principio de Polaridad.

El Principio de Ritmo.

La palabra ritmo significa “fluir”. Todo está en movimiento, todo tiene un comienzo, una culminación y un final. Este movimiento se refleja en nuestra vida con el nacimiento, desarrollo y muerte.

El ritmo de la respiración, los latidos del corazón, el flujo y reflujo de las mareas. El día se divide en cuatro partes (madrugada, mañana, tarde y noche). Las cuatro estaciones, ocho fases lunares. La subida y bajada de las olas, la salida y puesta del Sol…; en resumen, el Cosmos entero funciona según la Ley del Ritmo.

Todo cambia constantemente, todo está en movimiento. Es un vaivén que se refleja en nuestra vida, incluso en nuestros pensamientos, emociones y sentimientos. Cuando se rompe el ritmo aparece la enfermedad. Debemos fluir con la vida y aceptar y respetar los ritmos para no perder el equilibrio y conseguir estar en un  estado de armonía.

El Principio de Polaridad.

Todo tiene dos polos. Todo tiene su par. Los opuestos son idénticos en naturaleza pero no en grado. Los extremos se tocan. Así vemos que hay día y noche, luz y sombra, calor y frío, alegría y tristeza… Un polo no puede existir sin el otro. Los dos extremos entre los que el péndulo oscila son los polos.

Donde termina el día empieza la noche. Y esta polaridad se refleja en nuestra vida. Es el Principio de Dualidad (Luz-Sombra). Todos tenemos nuestra parte de sombra, nuestra parte oscura y la queremos suprimir, anular. Acepta tu sombra, quiérela, abrázala, intégrala en ti y escucha y aprende los mensajes que tiene para ti. Una parte no puede existir sin la otra.

Acepta la verdad, quítate la venda de los ojos y asume la responsabilidad de vivir tu vida con total libertad, vibrando en la frecuencia de los Principios Universales para fusionarte con tu “Yo más verdadero”.

“Todas las personas, todos los acontecimientos de tu vida existen porque tú los has atraído. Tuya es la decisión de qué hacer con ellos”.

                                                                                                             Richard Bach.

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