LOS PRINCIPIOS UNIVERSALES (tercera parte)
“Los descubrimientos científicos nos han rebelado que el Universo está en un constante estado de evolución, en una inacabable gestación, cuyo origen, que comenzó hace unos quince millones de años con el Big Bang, fue el anteproyecto del cambio paradigmático que, a otro nivel de la espiral, está experimentando ahora la consciencia de la humanidad. La raza humana fue una de las últimas especies que aparecieron sobre la Tierra. Y será la primera en marcharse cuando se haga cargo de su herencia de luz”
Gaston Saint- Pierre.
El cambio paradigmático es del dualismo (cuerpo-mente) al holismo (somos un Todo y no un conjunto de partes). Es reconocer que somos Uno con el Todo.
El Universo sufre una metamorfosis constante que provoca su evolución. Y puesto que somos Uno con el Todo, nosotros también estanos viviendo una metamorfosis constante. Al tomar consciencia de los Principios Universales, comprenderlos, integrarlos y aplicarlos, nos facilitará que ese proceso de cambio sea mucho más fácil.
Hoy hablaremos del Ser que somos, antes de nada, somos; un ser no manifiesto, somos Luz. Y trataremos de dos Principios Universales más:
- El Principio de Vibración.
- El Principio de Mentalismo.
El Principio de Vibración.
Todo lo que existe es, en principio, vibración con una frecuencia más rápida que la velocidad de la luz. Lo que llamamos materia o energía no son sino modos distintos de vibración.
Nada en el Cosmos permanece estático, todo está en continuo movimiento. Todo se mueve y vibra, todo. Lo que nos diferencia de la pared es la velocidad de su átomo, que es inferior a la nuestra. Lo que nos diferencia de los “Seres de Luz” es la velocidad de sus átomos, que es mayor que la nuestra. Somos más sutiles que la pared pero más densos que los “Seres de Luz”. De ahí viene la importancia de despertar nuestra conciencia, sanar nuestras emociones, serenar nuestra mente y conectar con nuestra esencia, para así poder expandirnos y elevar nuestra vibración.
Atraemos a nuestra vida las personas, situaciones, pensamientos y emociones que vibran en nuestra misma frecuencia. Así pues, libera la energía que está estancada en ti o bloqueada, para así elevar tu vibración y atraer a tu vida todo aquello que haga vibrar tu corazón, que te conecte con tu Luz y con la Fuente de Luz.
El Principio de Mentalismo o de Impulso Creativo.
Somos un microcosmos, un reflejo diminuto dentro del macrocosmos.
El Todo es mente. El Universo es mental, somos uno con el Universo. La energía es consciencia. Somos una forma compacta de energía. Pasamos de lo no manifiesto a lo manifiesto. Estamos en la dimensión de la materia, espacio y tiempo, y a la vez fuera de ella. Puesto que la energía es consciencia, y nosotros somos energía compacta y densa, esto hace difícil poder acceder directamente a nuestra verdad y a la verdad del Cosmos.
Si de una pieza de tela cortas una falda, esta falda existirá en el tiempo, espacio y materia, si bien seguirá perteneciendo todavía al mundo de la tela. La tela y la falda no son diferentes. La tela sería la Fuente de Luz (lo no manifiesto) y la falda somos nosotros (lo manifiesto). La mente crea el “yo” y él mismo (yo) se expresa como el ego. El ego quiere separar la falda de la tela, y a ti de la vida. Eres vida, eres falda y eres tela. Toma consciencia de ello. Siéntete Uno con el Todo.
Como la planta busca el sol, nuestra más profunda naturaleza (nuestra alma) nos lleva a movernos hacia la luz. Busca la luz, siente la luz, respira la luz y vibra en la luz.