Sueño

Cuando os vais a la cama, una cosa debería permanecer en la conciencia mientras os quedáis dormidos: que todo es un sueño; todo, de manera incondicional, es un sueño.

Lo que veis con los ojos abiertos… también es un sueño. Lo que veis con los ojos cerrados… también es un sueño. El sueño es la materia de que está compuesta la vida. Dormíos con eso en la mente; con el recuerdo constante de que todo, todo sin excepción, es un sueño. Cuando todo es un sueño, no hay nada de qué preocuparse.

Ese el el concepto total de “Maya”: que el mundo es ilusorio. No que el mundo es ilusorio –posee su propia realidad-, pero es una técnica que debéis asentar profundamente en vosotros.

Entonces nada os perturba. Si todo es un sueño, entonces carece de sentido estar perturbado. Pensadlo, si en este momento pensáis que todo es un sueño –los árboles, la noche, el sonido de la noche- , de pronto os veis transportados a un mundo diferente. Estáis ahí, el sueño está ahí, y nada merece que os preocupéis.

De modo que a partir de esta noche marchaos a dormir con esta actitud. Y por la mañana lo primero que tenéis que recordar es que todo es un sueño. Dejad que sea un pensamiento recurrente durante el día, y de repente os sentiréis relajados.

                                                                   OSHO.

Somos eternos, infinitos. Somos una gota de agua en el océano llamado Universo. Formamos parte de él, somos él. Y formamos parte de este sueño profundo llamado “Maya”. Es nuestra realidad aquí y ahora.

Vive esta experiencia llamada vida siendo consciente de que todo es un sueño, y entonces desaparecerá la preocupación, la angustia, el dolor y el sufrimiento. Porque toda la vida es un sueño, y los sueños, sueños son. Y cuando comprendas que todo es un sueño, y disfrutes de cada instante, ahí se va a producir la transformación, el despertar. Y empieza tu nuevo camino. Soñar estando despierto.

Abre los ojos y sueña. Disfruta de este viaje maravilloso llamado vida!!

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